jueves, mayo 12, 2011

De Thor...

Seven Readers!!...

¿Que habrá sido lo que llamó la atención de Kenneth Branagh - un actor y director formado en el teatro clásico británico - para aceptar dirigir una película como Thor? Es evidente que el conflicto entre Padre e hijos - muy propio de Shakespeare - fue sin duda un gancho para atraer a Branagh, (quien no es ajeno a las producciones fantásticas pues filmó, hace ya varios años, Frankenstein de Mary Shelley) pudo sentirse atraído por la posibilidad de explorar a través de la fantasía, cuestiones emocionales y psicológicas que tradicionalmente le han parecido atractivas.
Por ello cuando se trata de mostrar a un Thor más apegado al teatro clásico y mitológico, es cuando la película de Branagh funciona mucho mejor. El director es especialista en contar sus historias a través de héroes que tienen que confrontarse a su propio destino, héroes que caen y que terminan por levantarse para ocupar el lugar que les corresponde en el universo. El mundo de las conspiraciones e intrigas palaciegas es un mundo en el que el director británico sabe moverse y filma con maestría lo sucedido en el ficticio reino de Asgard: la rebelión y posterior caída de Thor, la traición de Loki, la lealtad de los amigos del dios del trueno y la inteligencia, dureza y serenidad de Odín para darle una lección de humildad a su soberbio pero noble hijo.



El problema del filme es cuando Branagh sale de Asgard y lleva su película a Nuevo México, es entonces cuando la historia pierde fuerza. Los personajes "reales" carecen de la personalidad atrayente y bien definida que si poseen los "dioses noruegos" y por ende los conflictos dramáticos son poco creíbles. Podríamos eliminar casi toda la historia de Thor en la Tierra (y su poco convicente romance con Jane Foster) y tener una gran película, añádanle la historia terrestre y el resultado es un divertimento fílmico que no tiene mayor trascendencia.
Aún así la película es entretenida. Sabedor de los dotes actorales de Anthony Hopkins, Branagh sitúa el conflicto inicial de su película en el personaje de Odín. Hopkins brinda una actuación cuya fortaleza recae en el perfecto manejo del "timing" al momento de recitar sus diálogos, es decir: es un rey poderoso, paciente y perfectamente consciente de cual es el camino que llevará a Thor a cumplir con su destino. Posteriormente todo se centrará en la actuación de Chris Hemsworth y - particularmente - en la soberbia interpretación de Tom Hiddleston como el villano del filme, quienes van a presentar la eterna lucha entre hermanos por el poder y por el reconocimiento de una avasallante figura paterna. Ambos cumplen con los requerimientos de sus personajes. Natalie Portman es víctima de la intrascendencia de la parte de la historia situada en Nuevo México y por ende su personaje es flojo y aporta muy poco a la credibilidad de la película.




Paradojicamente - pues se trata de un filme de alto presupuesto y dirigido al consumo de masas - con Thor Branagh reafirma su posición como un director más apegado al cine clásico que al cine de gran formato y presupuesto. Puedo suponer que regresará a dirigir este tipo de filmes, siempre y cuando el guión le permita acercarse a lo que siempre ha filmado mejor: los conflictos emocionales y de orden moral.

PS1...La marcha Nacional en contra de la violencia convocada por el poeta Javier Sicilia tiene varias lecturas.
En primera instancia la Marcha ha sido exitosa porque logró que la ciudadanía recupere el espacio público como el lugar para poder expresar, de manera colectiva, inquietudes y exigencias en temas tan delicados como lo es el de la violencia. También logró interesar a muchos ciudadanos que normalmente se alejan de cualquier tipo de tema de orden político, pero que están también hartos de vivir en un clima de violencia como el que hoy se tiene en México.
Por otro lado, es necesario que del movimiento surja una agenda política – impulsada desde la ciudadanía – que le proporcione un planteamiento ideológico a lo expuesto durante la manifestación. Estamos ante un movimiento plural que necesita encontrar un línea de pensamiento político que contribuya a darle forma. Solamente de esa manera las exigencias y planteamientos que se dieron el día de ayer, podrán convertirse en propuestas que puedan ser adoptadas en la vida institucional del país, sino el movimiento corre el riesgo de convertirse en una emocionante manifestación efímera producto de un momento, complejo si, pero total y completamente conyuntural.
Es importante que hoy la política se ciudadanice, que sea arrebata a los partidos políticos que la tienen secuestrada. Es posible que el movimiento que tuvo el pasado domingo un punto culminante con la movilización en practicamente toda la República, pueda ser el detonante que permita que ya no sea solamente el espacio público el que recupere la ciudadanía, sino también el espacio político.
Al tiempo...

PS2...¿No les aburre un poco el aura casi "divina" que algunos fans ya le cuelgan a Bono? Yo tengo la impresión que a U2 se le acabó la inspiración después del extraordinario Rattle & Hum....

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