lunes, septiembre 19, 2011

De la Resaca del Emmy...

Seven Readers!!...

En una entrega de premios encontramos entre los nominados a Martin Scorsese, Kate Winslet, Tom Wilkinson, Greg Kinnear, Paul Giamatti, Peter Dinklage, Barry Pepper y Maggie Smith. Leyendo esta lista encontramos a muchos ganadores y nominados al Oscar. Pero no se trata de los premios a lo mejor del cine, sino de los nominados al Prime Time Emmy, los premios que entregan reconocimientos a lo más destacado en la televisión. El hecho de que estas grandes estrellas del cine estén compitiendo por un Emmy habla bien de lo que ha pasado en los últimos años en materia de ficción televisiva: un crecimiento en la calidad de las historias.
La ficción televisiva de nuestros días ha crecido en muchos sentidos: es una televisión más compleja, más inteligente y mucho mejor producida. Eso es lo que ha atraído a gente como Scorsese a producirla y dirigirla pues parece ser que la libertad existente hoy en la televisión no puede encontrarse tan fácilmente en otro tipo de medios audiovisuales. Canales como HBO están produciendo programas diversos, atrevidos y pensando que será un público inteligente el que terminará viendo sus producciones. Ese me parece el gran mérito de la TV de nuestro tiempo: ha dejado de subestimar a su público y lo está involucrando con historias mucho más cercanas a su realidad, a sus sueños, a sus temores, a sus ilusiones.
Esto no solamente se da en el drama televisivo, sino también en la comedia. El hecho de que una serie como Modern Family se alce con el Emmy es un ejemplo de esto, pues es una serie que se aleja del tradicional formato del sitcom, se instala en el del falso documental o "mockumentary"y que presenta la evolución de las familias, alejándose del estereotipo mostrado en la televisión de otros tiempos en el que una familia era sinónimo de perfección (piensen por ejemplo en las familias de Family Ties o Growing Pains) para mostrar que es en sus diversos modelos y en su disfuncionales integrantes, en donde realmente se halla la esperanza para la supervivencia de la familia y por ende de la sociedad. Una muestra de como ha evolucionado la TV y del porque se ha vuelto en el medio más atractivo para filmar ficción.




Hubo sin embargo algunos claroscuros en el Emmy de este año.
Por un lado la ceremonia de entrega fue ágil y entretenida. Jane Lynch (lo único que vale la pena de Glee)  hizo un gran trabajo como maestra de ceremonias. Tuvo pocas pero precisas apariciones y fue la protagonista de uno de los mejores "openings" que se han presentado en el Emmy durante los últimos años:



Pero una entrega de premios no puede estar exenta de la polémica. Hubo Emmys muy merecidos: el de mejor actor de reparto a una serie dramática me parece uno de los más representativos: Peter Dinklage hizo un trabajo memorable como Tyrion Lannister en Game Of Thrones. Dinklage tiene un rango interpretativo fabuloso en el personaje y puede llevar al espectador a sentir odio, compasión y hasta admiración por Tyrion y ello se debe solamente a la capacidad interpretativa de Dinklage.
Previsibles los Emmys a Jim Parsons por Big Bang Theory y a Juliana Marguiles por The Good Wife. Ambos son el motor de sus series y sus trabajos han sido por mucho muy significativos. Era igual obvio que - después de arrasar con todos los premios de comedia - Modern Family terminase por imponerse como mejor serie de comedia. El problema llegó cuando se dio el triunfo a Mad Men como mejor serie de drama, particularmente cuando no había ganado ningún premio en las categorías para las que había estado nominada, lo que genera la mayor incongruencia de la noche: ¿Cómo es posible que una serie que fue arrasada anteriormente en todas las categorías artísticas, sea la mejor del año?.
Creo que la Academia de Ciencias y Artes de la Televisión cometió un error que su similar del cine suele cometer con mucha frecuencia: apostar a lo seguro. Nadie duda de la calidad de Mad Men: es una gran serie (no en balde llevaba ya tres años seguidos imponiéndose), pero siendo realistas hubo dos series mucho más atrevidas, mejor planteadas y que inyectaron al Prime Time de una dosis de renovación muy importante: Boardwalk Empire y sobre todo Game of Thrones, ambas producidas por HBO. Y creo que ese finalmente fue un factor que operó en su contra, pues la Academia no quiso darle demasiados triunfos a el importante canal de televisión restringida, quiso darle juego a todas las demás cadenas, quiso quedar bien con todos aún en detrimento de la calidad.
La gran paradoja del Emmy fue al final esa: fue un espectáculo, renovado, diverso, ágil y moderno; que al final jugó a la segura y no apostó por el futuro de la televisión. Estoy seguro que dentro de algunos años se van a arrepentir de no haber premiado a Game of Thrones como la mejor serie dramática desde su primera temporada. Pero si son congruentes terminarán haciéndolo en el futuro (claro, si los productores de Thrones mantienen la consistencia en su producto) pues la complejidad que viene en la segunda temporada de la serie parece irá en aumento.
Termina así el año televisivo y termina bien. Hoy la ficción televisiva mantiene un nivel importante. Ha resistido el embate de la telebasura (incluso los realities comienzan a ser un poco más complejos y menos insultantes) y refleja mejor el contexto cultural en el que es producida, por lo que el año que hoy comienza augura nuevas, valientes, divertidas e interesantes temporadas.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......

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