lunes, febrero 13, 2012

De un post San Valentinesco...

Seven Readers!!...

Mañana es 14 de febrero. 
Hueva.
Si tuviésemos que elegir cual es el peor día del año, estoy seguro que muchos señalarían al 14 de febrero. ¿Por qué? por muchas razones: porque odian sentirse solos ese día, porque les parece que el amor y la amistad son algo a lo que debemos rendir homenaje todos los días o simplemente porque es imposible encontrar un lugar vacío en algún restaurante más o menos decente. 
Las razones son muchas pero me parece que odiar al 14 de febrero es darle demasiada importancia. A mi lo que me genera es una inmensa total y absoluta hueva. Antes era del club de "grinchs" de esta fecha pero ahora simplemente lo miro con indiferencia. Mañana trabajaré, comeré, dormiré y haré las actividades normales de todos los días. He aprendido que lo mejor que se puede hacer en un día como el de San Valentín es simplemente ignorarlo...o burlarse de sus devotos y sus sufridos penitentes.
Mucha gente se desvive por hacer del 14 febrero un día especial. Está bien, puedo entenderlo. Entiendo la necesidad de expresar que somos seres amorosos, capaces de generar ese sentimiento tan único y particular que nos hace sentirnos un poco más humanos. Puedo también comprender que para expresar tales sentimientos algunos decidan comprar chocolates, flores, cenas carísimas o cometer la tontería de llenar el carro de la pareja de post its con mensajes amorosos (dañando la pintura y la visibilidad del conductor del vehículo). 



Vamos...todos tienen el derecho a expresar su amor como mejor les parezca, como quieran o...como puedan. Pero también nosotros tenemos el derecho a burlarnos de expresiones que literalmente nos parecen ridículas. Y los fans de San Valentín tienen que aguantarse si deciden entrar en la vorágine mercadológica que viene marcando desde hace ya muchos años al famoso 14 de febrero: nadie los obliga a ser tan cursis y tan dispuestos a mostrarse así.
Por otro lado, no deja de ser extrañamente divertido el mirar al otro grupo: a los sufridos de San Valentín. Aquellos que mañana deambulan de un lado a otro como perros extraviados, simplemente porque no tienen a esa significativa "media naranja" a la que le puedan expresar todo su amor a través de miles de calorías transformadas en chocolates, acompañadas de flores que terminarán marchitas y de globos que se perderán en el aire o en un bote de basura. Verlos es un deleite para el espíritu joditivo: sentados en sus escritorios con la cara entre las manos, hundidos en sus redes sociales en la búsqueda de un mensaje que les levante el ánimo o con el celular entre las manos esperando recibir la invitación para salir o tratando de armarse de valor para invitar a quien sea con tal de no estar solos en tan importante y trascendental fecha.
Si, el 14 de febrero en realidad puede ser un día chistoso.
Quizá por eso he dejado de odiar a toda su cursi y ridícula mercadotecnia, y me la paso como en cualquier otro día. Así uno se quita de problemas, de úlceras innecesarias y de gastos que a la postre son realmente dañinos para las finanzas personales. Se trata pues de vivir y dejar morir (de amor) a quienes practican el culto anual al mercadológico San Valentín.
Y ya..
Pero no me mal entiendan, en términos gringos: "I'm a Sucker for love", por ese amor total, apasionado y sin etiquetas e inhibiciones, monógamo y eterno mientras dure. Es solamente que... ese es un amor que trasciende 24 horas marcadas por compañías de teléfonos, restaurantes y empresas de tarjetas y chocolates.
Para mi el amor es algo así:



"Estoy harto de la fantasía, porque realmente no existe. Y nunca hay sorpresas, y nunca realmente...te satisface. Así es y estoy cansado de eso. La verdad, estoy cansado de todo lo demás...pero aparentemente nunca me canso de tí"...
Al diablo con el "Diario de una Pasión"... el verdadero amor es real y racional...
Feliz (o infeliz) día la Fantasía...

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......

2 comentarios:

*SKY* dijo...

Valla! mi pelicula favorita!. Buen e interesante post de pricipio a fin.

Saludos!

Anónimo dijo...

¡Maestrazo!