martes, abril 10, 2012

De ¿Conservadores o Hipócritas?...

Seven Readers!!...

Ha pasado la semana santa y un fenómeno muy singular ha llamado mi atención: cada vez parecen ser más a quienes toda la carga religiosa de dichos días nos tiene sin cuidado alguno. Atrás han quedado aquellos tiempos en los que las ciudades - particularmente las mexicanas - guardaban un doloroso silencio y en el que las actividades se detenían por completo. Algunas historias de otros tiempos a mi me parecen francamente macabras: gente que no salía de casa, adolescentes a los que no se les permitía prácticamente ni sonreír y estaciones de radio que durante el viernes santo se apagaban por completo o transmitían únicamente música solemne. Trato de imaginar tal panorama y simplemente la piel se me eriza. 
Hoy las cosas son diferentes y si bien aún hay gente que procura respetar esos "días de guardar" muchos otros prefieren entregarse a otro tipo de actividades mucho más relajadas y mundanas, como el irse a algún lugar de recreo o disfrutar de la compañía de los amigos. Hoy nuestras vacaciones de Semana Santa hablan de una sociedad mucho más abierta y que poco a poco comienza despojarse de las ataduras que tradicionalmente ha impuesto la religión.
¿Somos entonces una sociedad más secularizada? Si, superficialmente hablando. Nuestra forma de pensar en torno a la religión va cambiando e incluso celebraciones como la semana santa van perdiendo terreno ante otras formas de concepción de la vida. Claro, evidentemente aún hay personas y lugares dentro de nuestro país en donde el arraigo religioso es muy profundo, pero las cosas comienzan a cambiar y resignificamos a nuestra cotidianidad conforme avanzamos y nos vamos enfrentando a nuevas formas de concepción del mundo.
Sin embargo eso no quiere decir que seamos ya una sociedad de avanzada. Por el contrario existen temas en los que seguimos siendo profundamente conservadores y en los que esa secularización aún no termina por pernear del todo. Y ese conservadurismo se refleja también entre los militantes de los partidos políticos.
Una encuesta de Beltrán y Asociados publicada recientemente por Excelsior, muestra los índices de conservadurismo que poseen los militantes de los tres principales partidos políticos. Para sorpresa de muchos lectores y analistas, el partido más conservador, el que más está en consonancia con las ideas de la derecha no es el PAN sino el PRI. Los priistas se oponen con mayor firmeza que los panistas a temas como el aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo. No deja de ser sorpresivo ese hecho, pues el PRI era considerado un partido de centro en muchos asuntos pero cuyo viraje hacía la derecha se ha dado paulatinamente al grado que hoy podríamos estar hablando de un instituto político de centro-derecha cuya inclinación hacía el conservadurismo es cada vez más evidente. Y es por supuesto un hecho curioso cuando se trata de un partido que se tilda a si mismo de "revolucionario"(aunque prácticamente nunca lo ha sido).




¿Entonces en donde estamos parados, si por un lado hemos secularizado a los días de fiesta religiosa pero por otro, seguimos siendo profundamente conservadores en temas de mucho más fondo? Aparentemente esa es nuestra realidad. Pero más que conservadurismo lo que parece flotar en el ambiente nacional es una nube de hipocresía cuya sombra disfraza bien nuestra verdadera forma de pensar y de actuar como sociedad. Somos seculares cuando así nos conviene, pero somos profundamente conservadores y perdemos empatía con el otro cuando se trata de temas de fondo. El éxito del PRI precisamente se sustenta en su capacidad para adaptarse a esa manera hipócrita de ser del mexicano promedio. Hoy los tricolores son más conservadores no por una cuestión de principios políticos, sino porque así se conviene a sus propios intereses. Solamente en esa hipócrita capacidad de adaptación a la doble moral mexicana es como puede interpretarse la ventaja que llevan sus candidatos en las encuestas (aunada, claro, a la poca memoria histórica de nuevas generaciones que no vivieron bajo el régimen autoritario del priismo).
Pero a pesar de eso, nuestras sociedad tiene ciertos atisbos de comenzar un interesante proceso de secularización. Y ese proceso puede llevarla a derribar las barreras de la hipocresía y de la doble moral que hoy puede incluso definir un proceso electoral tan trascendente como el que vivimos en este 2012.

Así las cosas hoy martes...

Salud pues.......







1 comentario:

Sir David von Templo dijo...

Algo que podríamos considerar en esta situación es la influencia de las organizaciones llamadas de derecha (entiendase Iglesias, PAN, etc) en la formación de los valores del individuo hoy en día. Si bien es cierto que la sociedad se ha secularizado bastante en lo que va del siglo, y esto en parte lo debemos a las declaraciones de los jerarcas de la Iglesia Católica y al incremento de las personas que practican otros cultos, aun estamos lejos de ser una sociedad progresista, ya que tendemos a otra clase de convencionalismos conservadores, como lo son el nacionalismo exacerbado y la cuasi deidificación de las figuras históricas (Surgidas, como no, gracias al PRI)

Saludos estimado tocayo. Buen post.