lunes, febrero 24, 2014

De Her...

Seven Readers!!!...


Es como si estuviera leyendo un libro y es un libro que amo profundamente. Pero ahora lo leo muy lentamente. Así que las palabras están muy separadas y el espacio entre las palabras es casi infinito. Aún puedo sentirte a ti y a las palabras de nuestra historia. Pero es en este espacio infinito entre las palabras que me estoy encontrando a mí misma. Es un lugar que no existe en el plano físico. Es donde está todo lo demás que ni siquiera sabía que existía
Samantha.

¿Cómo definir a Her?, ¿cómo una visión sobre la soledad?, ¿cómo una película que habla sobre el desarrollo tecnológico y sus consecuencias en nuestra vida cotidiana?, ¿o tal vez como una bella historia de amor?, ¿o es acaso un filme sobre las pérdidas y el miedo a enfrentarlas?. No estoy realmente muy seguro pues se trata de una obra con varias lecturas. Lo que si se, es que es una película fascinante y perturbadora a la vez. Fascinante porque uno no puede dejar de admirar la manera como Spike Jonze nos narra la historia, como nos va introduciendo al mundo de un hombre solo, como va contando la historia de un amor inexplicable entre un hombre y la inteligencia artificial que se convierte en su compañera. Perturbadora porque Jonze presenta a un futuro en el que la soledad es prácticamente inherente a seres humanos que viven en un mundo gris, lleno de aislamiento y completamente vacío, al grado que necesitan de la tecnología para intentar llenar sus huecos emocionales. 
Theodore Twonbly es un hombre que se gana escribiendo sentidas y emocionantes cartas en nombre de otros. En sus misivas es capaz de expresar sentimientos y sensaciones de una manera no solamente hermosa, sino con un alto grado de honestidad. Pero a diferencia de lo que logra en su trabajo, Theodore no es capaz de expresar lo que siente, de abrirse ante el mundo. Y no lo hace porque su vida está marcada por el miedo, el miedo a triunfar, el miedo a relacionarse con otras personas, el miedo a explotar al máximo sus talentos, el miedo a amar. Ese miedo le ha llevado a perder su matrimonio con la fantástica Catherine: una mujer exitosa y que evolucionó en términos profesionales y exitosos dejando atrás al miedoso e inseguro Theodore, quien nunca pudo estar a la altura de las circunstancias.
Como consecuencia de la pérdida del amor, Theodore vive aislado del mundo en un espacioso y solitario apartamento. Sus relaciones humanas se limitan a un jefe que reconoce su talento y a Amy, su mejor amiga quien vive un piso abajo. Es un hombre que se siente y se sabe solo. Por ello cuando una empresa anuncia la creación de un Sistema Operativo capaz de desarrollar una personalidad propia, Theodore no duda en adquirirlo. Así nace Samantha. Samantha se va a convertir no solamente en una compañera, sino que - por las características de su software - tendrá la capacidad de transformarse en un ser pensante y, particularmente, lleno de sentimientos. Theodore y Samantha comenzarán a construir una relación compleja entre un hombre y un ser etéreo pero tan real como cualquier otro que le rodea. Entrarán juntos en un proceso evolutivo: evolucionarán tanto en términos individuales, así como en términos que les llevan compartir su existencia...con todo lo que ello implica.



Spike Jonze va dibujando esta compleja relación a partir de varios elementos. Presenta a los seres humanos como entes vagabundos que deambulan por una ciudad impersonal y fría. Jonze utilizará siempre los planos generales de la urbe para ser muy incisivo en el punto: es una enorme jaula llena de seres solitarios que, aparentemente, tienen solo la capacidad de relacionarse con sus sistemas operativos. Toda la película está filmada en tonos grises, brumosos, y estos colores se proyectan en el vestuario de sus personajes (salvo Catherine, cuya vestimenta es un reflejo de una personalidad que contrasta con la del protagonista y con la del mundo que le rodea). La atmósfera de Her es apabullante y deprimente, acrecentada por un soberbio soundtrack compuesto por Arcade Fire, banda que logra proyectar la paradoja existente en la tristeza y en la esperanza que puede emanar de ella. El uso del piano es simplemente exquisito.
Theodore Twombly es representado por un entrañable Joaquin Phoenix. Phoenix proyecta siempre la mirada de un hombre triste, inseguro, miedoso y destrozado emocionalmente por la situación por la que atraviesa, pero también por si mismo. Porque si hay un culpable de su situación ese es solamente él, aunque - evidentemente - vive en una constante negación para aceptarlo. Todos los movimientos de su rostro - acrecentados por largos y bien estudiados primeros planos - están encaminados a mostrar la personalidad de un ser lleno de temores y que encontrará en esa voz cálida, sensual y amigable de Samantha a la "persona" que se convertirá en el eje revolucionario de su existencia, quien le va a confrontar consigo mismo. Y esto es porque Samantha es un personaje dispuesto a aprender y que mantiene intacta su capacidad de asombro. Theodore encontrará en ella todo lo que él mismo no puede ser, simplemente porque ha bloqueado toda su capacidad para crecer como persona. El trabajo vocal de Scarlett Johansson es fascinante y junto a ella Jonze es capaz de generar una presencia etérea constante e incisiva, alguien que va evolucionando en términos cognitivos y emocionales conforme la narración avanza.



¿Cómo definir entonces a Her? Creo que es la lírica de la soledad. La poesía audiovisual de un mundo  solitario y de los seres que lo habitan. Es también la visión de un futuro sombrío, inundado por hombres y mujeres capaces solamente de relacionarse con máquinas. Pero también se trata de un filme esperanzador, pues aún entre personajes aislados puede encontrarse la infinita posibilidad de cambio que siempre traerá el amor consigo. Es una película sobre la esperanza que incluso  puede hallarse cuando el corazón  ha sido demolido y uno vive en el constante temor de que esas ruinas jamás puedan ser reconstruidas.
Un logro. 

Así las cosas hoy lunes...
Salud pues......





miércoles, febrero 19, 2014

De Un Breve Alegato por Gravity...

Seven Readers!!!...

Conforme se acerca la ceremonia del Oscar y Alfonso Cuarón va recolectando premios por el mundo, parece acrecentarse también la polémica en torno a Gravity. Y curiosamente la polémica se da principalmente en México, país en el cual el éxito internacional de un compatriota parece generarnos un escozor interminable por lo que solemos buscar hasta el más mínimo detalle en su obra o labor para esbozar una mala crítica. Pero más allá de ese mal endémico que parecemos padecer los mexicanos, hay razones aún más profundas que pueden ser las detonantes de la "malas reacciones" que provoca el filme.
"Sobrevalorada" es el término que suele utilizarse para referirse a la película. Trato de encontrar la razón por la cual los detractores de Gravity afirman que al trabajo de Alfonso Cuarón se le da más valor que el que debería tener y realmente no lo encuentro. He visto el filme tres veces y no puedo entender los argumentos que he leído para demeritarle. Técnicamente estamos ante una película impecable y revolucionaria. Un trabajo que requirió de una alta dosis de ingenio y de la creación de innovadoras técnicas de filmación para obtener el resultado final en pantalla. Lo que Emmanuel Lubezki logra en términos de cinematografía redunda en su mejor trabajo, y miren que "el Chivo" ha hecho cosas artísticamente increíbles a lo largo de su carrera. Su cubo de luz - creado ex profeso para el filme - y los diferentes cambios de ángulo de la cámara,  y por ende de iluminación, generan inmediatamente la sensación que Gravity busca: la de encontrarse perdido en el espacio. Además tiene una de las mejores bandas sonoras que he escuchado para una película. Steven Price logra que la música del filme funcione perfectamente en la labor incidental y creadora de contexto que debe poseer el aspecto musical de un largometraje.



El guión respeta la estructura clásica de la narrativa: se trata de una obra dividida en tres actos con dos claros giros de la trama que impulsan del primero al segundo acto y de éste hacía la resolución del filme. Existe una idea dramática muy clara y que termina por ser la motivación principal de Ryan Stone: la lucha por sobrevivir. Una idea que esconde, dentro de su simpleza, una alta dosis de complejidad pues ¿no es acaso esa la máxima lucha con la que nos enfrentamos todos los días?. Cuarón ha sido muy claro al respecto: es un filme sobre la eterna batalla contra las adversidades que la vida le presenta al ser humano. El espacio sirve solamente como una metáfora que representa a la vida como un vacío, como un universo interminable, en el que flotamos tratando de aferrarnos a algo para mantenernos vivos. Ese algo puede ser un recuerdo, un fantasma que se aparece dentro de la cabina de una nave china para motivarnos a seguir adelante o la decisión de comenzar con la cicatrización de las heridas que la vida nos ha generado. Pero también es ese lugar que nos genera siempre el deseo de  luchar para volver y que de alguna manera siempre está presente en nuestra mente. Cuando el personaje de George Clooney mira por primera vez en la película hacía la Tierra, lo hace con gran admiración y añoranza. No importa cuantas veces ha estado en misiones similares, cuantas veces le ha visto desde esa circunstancia y perspectiva, el planeta azul siempre despertará en él esos sentimientos simplemente porque representa al hogar, a la seguridad, al lugar al que siempre se intentará regresar.
La lucha de Ryan Stone no es por salvar a la humanidad, no pelea para convertirse en la heroína que  nos rescatará a todos. Es una lucha simplemente por salvarse a si misma en dos aspectos: el físico y el emocional. El personaje dista mucho de ser heroico. Es una mujer común sometida a una circunstancia extraordinaria en la que tendrá que poner a prueba todas sus capacidades para renacer, para reinventarse. En ese sentido nos representa a todos, pues hasta ahora no he conocido a un ser humano que no tenga, en algún momento de su existencia, que poner a prueba toda su escala de valores y habilidades para vencer obstáculos y continuar.



El no reconocimiento de todos los valores técnicos y artísticos del filme me genera cierto grado de tristeza, pues es una muestra - me parece - de que nuestro cinismo está venciendo a nuestra capacidad de asombro. Gravity es una auténtica sinfonía visual, una película que presenta con una bella simpleza la eterna y compleja lucha del ser humano por vencer a la vida misma. No es un filme que presente el lado sórdido de la humanidad, sino que por el contrario busca rescatar lo mejor que tenemos los hombres y mujeres. Si no somos capaces de asombrarnos y sentir empatía por una obra que presenta esa particular y universal circunstancia, entonces andamos quizá transitando por densos y oscuros caminos de los cuales será muy difícil retornar.

Así las cosas hoy miércoles...

Salud Pues......