miércoles, febrero 19, 2014

De Un Breve Alegato por Gravity...

Seven Readers!!!...

Conforme se acerca la ceremonia del Oscar y Alfonso Cuarón va recolectando premios por el mundo, parece acrecentarse también la polémica en torno a Gravity. Y curiosamente la polémica se da principalmente en México, país en el cual el éxito internacional de un compatriota parece generarnos un escozor interminable por lo que solemos buscar hasta el más mínimo detalle en su obra o labor para esbozar una mala crítica. Pero más allá de ese mal endémico que parecemos padecer los mexicanos, hay razones aún más profundas que pueden ser las detonantes de la "malas reacciones" que provoca el filme.
"Sobrevalorada" es el término que suele utilizarse para referirse a la película. Trato de encontrar la razón por la cual los detractores de Gravity afirman que al trabajo de Alfonso Cuarón se le da más valor que el que debería tener y realmente no lo encuentro. He visto el filme tres veces y no puedo entender los argumentos que he leído para demeritarle. Técnicamente estamos ante una película impecable y revolucionaria. Un trabajo que requirió de una alta dosis de ingenio y de la creación de innovadoras técnicas de filmación para obtener el resultado final en pantalla. Lo que Emmanuel Lubezki logra en términos de cinematografía redunda en su mejor trabajo, y miren que "el Chivo" ha hecho cosas artísticamente increíbles a lo largo de su carrera. Su cubo de luz - creado ex profeso para el filme - y los diferentes cambios de ángulo de la cámara,  y por ende de iluminación, generan inmediatamente la sensación que Gravity busca: la de encontrarse perdido en el espacio. Además tiene una de las mejores bandas sonoras que he escuchado para una película. Steven Price logra que la música del filme funcione perfectamente en la labor incidental y creadora de contexto que debe poseer el aspecto musical de un largometraje.



El guión respeta la estructura clásica de la narrativa: se trata de una obra dividida en tres actos con dos claros giros de la trama que impulsan del primero al segundo acto y de éste hacía la resolución del filme. Existe una idea dramática muy clara y que termina por ser la motivación principal de Ryan Stone: la lucha por sobrevivir. Una idea que esconde, dentro de su simpleza, una alta dosis de complejidad pues ¿no es acaso esa la máxima lucha con la que nos enfrentamos todos los días?. Cuarón ha sido muy claro al respecto: es un filme sobre la eterna batalla contra las adversidades que la vida le presenta al ser humano. El espacio sirve solamente como una metáfora que representa a la vida como un vacío, como un universo interminable, en el que flotamos tratando de aferrarnos a algo para mantenernos vivos. Ese algo puede ser un recuerdo, un fantasma que se aparece dentro de la cabina de una nave china para motivarnos a seguir adelante o la decisión de comenzar con la cicatrización de las heridas que la vida nos ha generado. Pero también es ese lugar que nos genera siempre el deseo de  luchar para volver y que de alguna manera siempre está presente en nuestra mente. Cuando el personaje de George Clooney mira por primera vez en la película hacía la Tierra, lo hace con gran admiración y añoranza. No importa cuantas veces ha estado en misiones similares, cuantas veces le ha visto desde esa circunstancia y perspectiva, el planeta azul siempre despertará en él esos sentimientos simplemente porque representa al hogar, a la seguridad, al lugar al que siempre se intentará regresar.
La lucha de Ryan Stone no es por salvar a la humanidad, no pelea para convertirse en la heroína que  nos rescatará a todos. Es una lucha simplemente por salvarse a si misma en dos aspectos: el físico y el emocional. El personaje dista mucho de ser heroico. Es una mujer común sometida a una circunstancia extraordinaria en la que tendrá que poner a prueba todas sus capacidades para renacer, para reinventarse. En ese sentido nos representa a todos, pues hasta ahora no he conocido a un ser humano que no tenga, en algún momento de su existencia, que poner a prueba toda su escala de valores y habilidades para vencer obstáculos y continuar.



El no reconocimiento de todos los valores técnicos y artísticos del filme me genera cierto grado de tristeza, pues es una muestra - me parece - de que nuestro cinismo está venciendo a nuestra capacidad de asombro. Gravity es una auténtica sinfonía visual, una película que presenta con una bella simpleza la eterna y compleja lucha del ser humano por vencer a la vida misma. No es un filme que presente el lado sórdido de la humanidad, sino que por el contrario busca rescatar lo mejor que tenemos los hombres y mujeres. Si no somos capaces de asombrarnos y sentir empatía por una obra que presenta esa particular y universal circunstancia, entonces andamos quizá transitando por densos y oscuros caminos de los cuales será muy difícil retornar.

Así las cosas hoy miércoles...

Salud Pues......

1 comentario:

Alexander Strauffon dijo...

No la he visto aún, se me pasó en el cine. En las siguientes semanas procuraré verla. Lo que puedo decir respecto a lo que mencionas es que muchas veces la gente llama sobrevalorada a una obra que no ha analizado como debe ser.